Si habré pasado horas cuando era chica buscando a Wally... horas... años...una y otra vez... porque cuando volves a encontrar el libro en la biblioteca, Wally te vuelve a pedir que lo encuentres. Te atrapa!
Reyes vino con libro bajo el brazo, Agus le pidió a Wally, lo vio en la casa de un amigo y claro, también lo atrapó.
Es una linda actividad autónoma, solitaria, grupal o familiar. Y así... jugando y sin darnos cuenta... ejercitamos nuestro cerebro. Desafiamos nuestros límites, nos concentramos, focalizamos, nos frustramos y aprendemos a gestionar esa frustración. Jugamos, compartimos, memorizamos, sostenemos la atención, aprendemos a ser perseverantes.
Los mantenemos cerca de los libros con una propuesta diferente, poniendo en pausa a la tecnología.
Wally me llevó a mi infancia... asociada a un libro. No dejemos nunca de asociar la infancia a los libros.