En un lugar perdido de la sabana africana, al pie de las colinas de !Kong, los animales llevaban tiempo alicaídos y apagados. Ninguno de ellos estaba contento con su aspecto, como León, que estaba triste porque no le gustaba su pelo largo y despeinado, o Jirafa que estaba harta de ser tan larga y sobresalir por encima de los demás (literalmente), o como elefante, que tenía un gran complejo por sus grandes orejas.
Todos ellos querían parecerse a los demás y serpiente, preocupada, los reunió en asamblea. Ese día decidieron cambiar aquello que no les gustaba, todos excepto serpiente, que era la única que estaba contenta de ser como era.
El cambio radical no fue lo que cada uno esperaba, se dieron cuenta de que no hace falta parecerse a otros, hay que estar orgulloso de ser uno mismo con todas las virtudes y defectos porque eso los hace únicos.