TABLA CURVA CLÁSICA
Sus medidas son 94x35cm y esta realizada de manera artesanal en multilaminado de guatambu terminada con aceites para conservar la textura natural de la madera.
Es un juego de motricidad inspirado en las corrientes pedagógicas Waldorf, Montessori y Pikler.
En todas estas teorías se pueden entrelazar diferentes e interesantes observaciones.
Los primeros balanceos de las niñas y niños luego de nacer comienzan en brazos de sus padres y dará noción de lo que al equilibrio se refiere.
El equilibrio, que es una de las prácticas que puede realizar con este elemento, es como una brújula interna que le da direccionalidad al niño. Los balanceos ayudaran a este mecanismo. Hasta aproximadamente los 8 años se formarán las conexiones entre el equilibrio y otros centros en el cerebro, lo que dará lugar a futuro a una correcta posición en el espacio y a su centro. Todo esto se irá dando en cada uno de acuerdo a su necesidad e individualidad.
Jugar sobre esta superficie ayuda al niño a estimular la motricidad, el equilibrio, el uso simultaneo cuerpo-mente y al ser usada como balancín ejercita la sincronización de ambos hemisferios cerebrales.
Las experiencias en estas pedagogías nos muestran que no es necesario enseñarle todo al niño, sino que haciéndolo por ellos mismos logran un desarrollo postural armonioso, distendido, con una relación social diferente, con una actitud abierta al entorno y un desarrollo intelectual apoyado en el respeto por el equilibrio y la concentración. El desarrollo de la atención que se logra en los primeros años de vida, se ve favorecido gracias al respeto por los tiempos de juego. Es importante que respetemos el ritmo individual y aseguremos que existan todas las posibilidades de tener iniciativas autónomas, de movimiento libre y de juego independiente. Esto velara por la salud física y psíquica de los niños, siempre teniendo en cuenta el movimiento.
La tabla curva permite un ejercicio de juego libre ya que pueden usarlo como hamaca, puente, tobogán, túnel, loma para escalar, silla para hamarcarse, un animal al que montar, pista para autitos y otra infinita cantidad de usos ya que el limite lo pone su imaginación, puesto que es un material poco definido que no condiciona el juego. También es un instrumento que le permite ejercitarse físicamente y trabajar la elongación.
Es un objeto de diseño simple que cautiva a los niños, ya que de apoco y mientras van jugando comienzan a descubrir las posibilidades que brinda este juguete sin reglas.
